Procedimiento con los tipos de exfoliación

Exfoliarte de forma mecánica

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    Date una ducha o un baño. Aunque este paso en sí no forme parte del proceso de exfoliación, al sumergir el cuerpo en agua caliente, tus poros se abrirán, lo cual permitirá una limpieza más profunda. Además, también es aconsejable realizar la exfoliación en el cuarto de baño, ya que necesitarás tener acceso al agua caliente y un lugar en el que enjuagarte para retirar las células muertas de la piel tras el proceso. Utiliza un jabón que no dañe la piel ni tenga fragancia para bañarte y déjalo sobre tu piel por lo menos durante 15 minutos para suavizarla. Es bueno cuando la superficie de la piel luce un poco “deformada”. Elimina la “piel muerta” al frotarla con las manos. Funcionará bien, sobre todo en las zonas de tus pies, dedos y talones.
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    Consigue una esponja con textura para lavarte la piel. Al frotarte con ella, eliminarás el exceso de escamas y células muertas, dejando la piel más suave y limpia. Se recomienda tener la esponja a la mano para utilizarla una vez que hayas terminado de ducharte. Es posible que te resulte un poco áspera al contacto con la piel, pero si te resulta tan abrasiva que te causa dolor, las toallas de microfibra exfoliante son una buena alternativa más suave.
    • También puedes exfoliarte con un paño áspero.
    • También puedes utilizar un cepillo de cerdas naturales, especialmente adecuado para la parte trasera de los brazos y las piernas.
    • Si te gusta fabricar tus propias cosas, probablemente te interese hacer una lufa en casa.
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    Frótate suavemente todo el cuerpo con la esponja, empezando por los tobillos y avanzando hacia arriba. Utiliza la esponja para frotarte con pequeños movimientos circulares. Asegúrate de aplicar suficiente presión para sentir la textura áspera de la esponja sobre la piel. De esta forma, arrastrarás las células muertas de la piel. Se recomienda empezar por los tobillos para activar la circulación sanguínea durante el proceso de exfoliación.
    • Si te exfolias todo el cuerpo, asegúrate de prestar especial atención a los talones, los codos y las rodillas. Estas zonas suelen ser las más secas de la piel, por los que hay que cuidarlas más.
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    Incluye arena mojada en el proceso de exfoliación de todo el cuerpo. Si alguna vez has caminado descalzo por la playa, probablemente hayas notado cómo se suavizan los callos de los pies. La arena es un exfoliante natural, y su textura granulada es muy eficaz para eliminar el exceso de células muertas y escamas de piel seca. Consigue una taza de arena, suavízala añadiéndole agua y frótate el cuerpo con ella. Aunque no debes añadirle ninguna loción exfoliante a la arena como puedes hacer con una lufa o una toalla de microfibra, la maleabilidad propia de la arena hace de ella un método de exfoliación mecánica más relajante y agradable.
    • Ten en cuenta que utilizar arena en la bañera puede ser mucho más engorroso que emplear cualquier otro método. Aunque se recomienda probarla al menos una vez, es posible que no sea el procedimiento más práctico si no dispones de tiempo suficiente en tu rutina diaria para limpiar un poco después. Si lo haces a menudo, la arena que pasa por el drenaje podría arruinar por completo el sistema de tuberías.
    • Si vas a utilizar arena, esta debe estar limpia e incluso desinfectada, pues una del exterior podría contener bacterias, lo que terminaría perjudicándote más en lugar de ayudarte. Opta por una arena con gránulos pequeños en lugar de grandes, porque son más suaves con la piel. Enfócate en la piel más dura de los brazos y las piernas, pues la arena puede ser más intensa que los exfoliantes.
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    Enjuágate con agua caliente. Cerrar el proceso enjuagándote bien es una forma relajante y efectiva de completar la exfoliación. Aunque se recomienda repetir el proceso tres veces a la semana como mínimo, deberías notar tu piel más suave desde la primera exfoliación.
    • Es aconsejable usar crema hidratante o manteca de karité después de enjuagarte o de completar una exfoliación puramente mecánica para que la piel retenga mejor la humedad y no se reseque.

Método
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Exfoliarte de forma química

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    Busca exfoliantes químicos en la tienda. Aunque el adjetivo "químico" a veces se considere sinónimo de poco saludable o poco natural para la piel, la mayoría de los exfoliantes químicos están compuestos a base de ingredientes naturales, como frutas, leche o azúcar.
    • Muchos exfoliantes químicos tienen un precio asequible y están disponibles en la mayoría de los supermercados.
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    Date un baño o una ducha. Al igual que en el apartado de la exfoliación mecánica, se aconseja darse un baño o una ducha caliente para abrir los poros, preparando la piel para una limpieza y una exfoliación más profunda. Al incluir la exfoliación en algún proceso de tu rutina diaria de higiene, te resultará más fácil mantenerte constante. Ten en cuenta que la exfoliación es más eficaz si se realiza con regularidad. Es posible que notes tu piel más suave inmediatamente después de la exfoliación, pero solo conseguirás resultados a largo plazo si repites el proceso regularmente.
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    Limpia tu piel con un exfoliante comercial. Échate un poco de exfoliante en las manos y frótate la piel con el producto. Es importante que te asegures de tener las manos limpias antes de aplicarte el exfoliante, ya que, de lo contrario, correrás el riesgo de extender las bacterias sobre la piel del cuerpo y de la cara. Extiende el exfoliante sobre la piel con movimientos suaves y circulares para arrastrar la suciedad y las células muertas. Pon especial atención al proceso cuando te exfolies la cara, ya que, además de ser la parte más visible, suele acumular más grasa que otras zonas del cuerpo. Solo tres minutos deben ser suficientes para la cara, mientras que para el resto del cuerpo el proceso de exfoliación deberá ser menos intensivo pero no menos cuidadoso.
    • Cuando te exfolies la cara, presta especial atención a la zona central, incluyendo la frente, la nariz y la barbilla. Al conjunto de estas partes de la cara se le suele llamar "zona T" y es conocido por su elevada producción de grasa.
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    Enjuágate una vez que hayas terminado con la exfoliación. Échate agua en las manos y retira cualquier resto de producto. Deberás asegurarte de eliminar todo el exfoliante para evitar que la piel se irrite más tarde. Aunque el proceso de exfoliación química requiera menos elementos "físicos" que el método mecánico, si lo realizas correctamente, deberá ofrecer como resultado una piel tan suave y lisa como una exfoliación con lufa.
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    Si te aplicas hidratante en la cara después de la exfoliación, reducirás al mínimo la sequedad y la irritación posterior, y mejorarás la hidratación de tu piel.

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